Eficiencia energética: reduzca el gasto del ascensor

Eficiencia energética: reduzca el gasto del ascensor

Según cálculos de la FEEDA (Federación Española de Asociaciones de Empresas de Ascensores) el parque de ascensores en España alcanza ya unas 900.000 unidades, muchos de los cuales cuentan ya más de 20 años. Como resultado, muchos sistemas han quedado obsoletos. Quizá no tengan problemas en su funcionamiento pero sí en sus requerimientos de energía.

Actualmente, existe tecnología para reducir hasta un 40% el gasto energético total del ascensor. Multiplicamos esto por el (casi) millón de aparatos en funcionamiento, y nos damos cuenta de que se podría conseguir un gran ahorro con la implicación de todos. Concretamente, unos 400 millones de kWh cada año (el consumo medio en electricidad de mas de 100.000 hogares españoles). Además, se evitaría la emisión de 120.000 toneladas de CO2… ¡El esfuerzo bien vale la pena!

Es tanto lo que se puede hacer, que hay voces que han pedido una clasificación energética de ascensores, tal y como se hace con los electrodomésticos. Pero independientemente de que se haga o no esa clasificación, está claro que realizar algunas mejoras a nivel energético en el ascensor tiene muchos beneficios.

¿Qué es eficiencia energética en el ascensor?

Antes de concentrarnos en el tema en sí mismo, paremos un momento a pensar de qué estamos hablando. A menudo se confunden los términos eficacia y eficiencia.

Eficacia es que un aparato hace aquello para lo que cual está desarrollado. Si el ascensor sube y baja a sus usuarios sin causar incidentes, es eficaz. Hace lo que esperamos que haga.

Eficiencia es ser eficaz con el consumo mínimo de recursos. En este caso, hablamos del recurso que consumimos: la energía. Por tanto, si podemos conseguir que el ascensor funcione gastando menos energía, estamos mejorando la eficiencia de la instalación.

El resultado es un ahorro de energía, que tiene beneficios económicos directos (menos gasto de luz, que tal y como está evolucionando la factura de la luz es un punto a tener muy presente) y beneficios ecológicos.

¿Cómo se puede mejorar la eficiencia del ascensor?

La buena noticia es que incluso en instalaciones antiguas, sin necesidad de renovar completamente el ascensor, hay diferentes aspectos que se pueden estudiar para optimizar la eficiencia del sistema. Es posible sustituir los sistemas que requieren mayor energía, conservando otros más costosos de cambiar (como las guías, las puertas, etc.), que quizá no afectan tan directamente al gasto energético.

Iluminación

Muchos ascensores utilizan flourescentes y lámparas antiguas, que además están funcionando las 24 horas de los 365 días. Se calcula que esto supone un gasto medio de 600 kWh/año… ¡Imagina que gasto tan innecesario, sobre todo en edificios de oficinas (cerrados durante el fin de semana) o en segundas residencias (sin habitantes durante largos periodos al año)!

Así que este es el primer punto que se analiza en una auditoría energética: la iluminación. Sustituyendo la iluminación tradicional por lámparas de bajo consumo (p.ej. de LEDs) e instalando sistemas detectores de presencia, se puede ahorrar hasta un 75% del consumo energético de la cabina.

Mejoras mecánicas

Aunque la ingeniería que ha permitido que los ascensores para usuarios lleva siglos funcionando, en los últimos años se han desarrollado nuevas tecnologías que permiten hacerlo con un menor gasto energético.

Los ascensores de última generación no utilizan cables, sino cintas planas recubiertas de acero y están equipados con sistemas regenerativos, que se acumulan y aprovechan la energía que se genera cuando el ascensor va en bajada y vacío, reduciendo así el consumo final. Con estos sistemas se puede reducir hasta un 30% el gasto.

Además, son más silenciosos, confortables y fiables… Todo ventajas.

Renovación de la cabina

Una tercera vía para mejorar la eficiencia energética se encuentra en la misma cabina. En los últimos años se están desarrollando materiales y técnicas más ligeros, algunos provenientes de la industria aeroespacial, como por ejemplo los paneles de aluminio en nido de abeja.

Reduciendo el peso de la cabina hasta un 35%, se reduce lógicamente la energía que se requiere para moverla en los desplazamientos.


Cuando escuchamos hablar del tema de la eficiencia energética del ascensor, a veces no entendemos cómo éste nos afecta directamente. Sobre todo en el caso de ascensores compartidos, como ocurre en comunidades de vecinos y edificios de oficinas, puede parecer un tema poco importante. Al fin y al cabo, la factura no llega directamente a nuestra cuenta bancaria.

Pero al final, cualquier gasto compartido al que deba hacerse frente, acabará repercutiendo en tu bolsillo. Así que vale la pena pararse un momento, tomar conciencia del asunto, pensar a medio/largo plazo y solicitar un estudio de ahorro energético para tu ascensor.

Realizamos estudios energéticos para maximizar los recursos de la instalación… ¡Consúltenos!

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